DEL CIELO A
Queridos terrestres no esperéis a otro Jesús-Cristo, dispuesto a sacrificarse para sacaros del cieno en el cual os complace vivir. Es verdad cierto, certísimo que seréis vosotros a llevar la cruz con todo los anexos y conexos. ¡Sí queridos terrestres, no habrá otro Jesús! Dispuesto a decir “Padre perdónalos porque no saben lo que dicen ni lo que hacen”. No queridos terrestres no esperéis misericordia y perdón, pero sí un severo juicio.
Todavía os recordamos una vez más, que el Padre se había reservado su día. Pues bien es bueno que sepáis que ese día es el retorno de Jesús sobre vuestro Planeta, siendo laureado de Celeste Justicia y privado de misericordia para los asesinos de la vida y para cuantos han sido partidarios del mal, cómplices conscientes de la degeneración física y psíquica de los pobres valores del espíritu, portadores de la destrucción de la vida y de los equilibrios cósmicos del Planeta. Vuestra desobediencia os ha llevado hasta la total perdición, hacia la segunda muerte.
Eugenio Siragusa
Santiago el hermano del Señor